A veces los platos sencillos de pasta son los que más me gustan. Tomate, albahaca y berenjenas son unos ingredientes simples, baratos, y fáciles de conseguir en la tienda de la esquina, y bien combinados pueden hacer maravillas.
Cuando voy con prisa, suelo echar mano de recetas como ésta. Siempre tengo un trozo de parmesano en casa y abundancia de tomates, y según la temporada, suelo tener también berenjenas o calabacines. Y ahora que ha vuelto el sol, volveré a cultivar albahaca, que es una de esas plantas que consumo cada vez más, porque me apasiona el toque fresco y mediterráneo que aporta a todo.
Ingredientes (4 personas)
- 2 kg de tomates pera frescos
- 2 cebollas
- 4 dientes de ajo
- 2 berenjenas
- 500 g de tallarines
- Un puñado de hojas de albahaca, mejor cuanto más pequeñas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida
- Parmesano recién rallado
Elaboración
Con la punta de un cuchillo, haz un corte poco profundo en forma de cruz en la base de los tomates, y sumérgelos en agua hirviendo durante unos 20 segundos. Sácalos con una espumadera y pélalos a partir del corte de la base. Si la piel no sale bien, vuelve a meterlos en el agua unos segundos más, hasta que veas que la piel sale fácilmente. Córtalos en cuartos y retira el corazón. Reserva.
Pela y pica finamente las cebollas. Pela y pica los ajos. Pon un chorro de aceite a calentar en una cazuela, y añade la cebolla. Deja pochar hasta que esté tierna, e incorpora el ajo, dejando sofreír dos o tres minutos. A continuación añade el tomate, sazona, tapa la cazuela, y deja cocer a fuego lento media hora.
Mientras, corta las berenjenas en lonchas de entre 1 y 1’5 cm. Sazónalas y ponlas a escurrir con algo de peso encima (puedes ponerlas en un colador y encima colocar una bolsa llena de agua. Cuando el tomate esté listo, enjuágalas y sécalas con papel de cocina. Córtalas en bastones gruesos.
Echa un buen chorro de aceite de oliva en una sartén y cuando esté bien caliente, fríe las berenjenas, dándoles la vuelta de vez en cuando, hasta que estén doradas. Retira y deja escurrir en papel de cocina.
Pon agua a hervir con abundante sal en una cazuela grande. Añade los macarrones y cuécelos a fuego vivo hasta que estén al dente, o lleguen al punto que a ti te guste. Escurre entonces la pasta, devuélvela a la cazuela, y vierte sobre ella la salsa de tomate y las berenjenas. Remueve cuidadosamente, sirve la pasta en platos (a ser posible calientes), y reparte por encima las hojas de albahaca y el parmesano rallado. Listo!
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