Un sábado lluvioso, ganas de quedarse en casa remoloneando, y una pereza sobrehumana para salir a hacer la compra, que normalmente dejo para el fin de semana. Solución perfecta: un guiso de patatas con setas, súper apetecible en un día invernal. Ahora que por fin paro de hacer viajes por trabajo y vuelvo un poco a la normalidad, ¡por fin puedo ponerme manos a la obra!
Esta receta me la pasó mi amigo y vecino François, autor de la más escalofriante y desternillante novela de vampiros escrita en los últimos tiempos “Anochecer en el Puerto”, que cocina como le da la gana y siempre le sale todo bien.
Así que el sábado me puse manos a la obra, y en un rato tenía mi guiso hecho. La verdad es que es facilísimo, increíblemente sabroso, y un plato que te apaña una comida cuando no tienes nada en la nevera. Lo único que hay que tener es patatas y una bolsa de setas en el congelador, aunque claro está, si tienes boletus frescos, y más ahora que es temporada, el resultado mejora sustancialmente. Yo suelo tener unas bolsas de mezcla de setas congeladas que me resuelven a menudo un montón de situaciones. Suelo comprarlas en Makro, Mercadona o La Sirena, y son bastante buenas.
Ingredientes (4 personas)
- 2 cebollas
- 3 ajos grandes
- 2 ñoras
- Setas (las que más os gusten), cantidad al gusto
- Patatas, cantidad al gusto
- 1 hoja de laurel
- Media cucharadita colmada de pimentón de la Vera
- Sal y aceite de oliva virgen
Elaboración
Si no te acordaste de meterlas en agua la noche antes, pon las ñoras en un recipiente con agua caliente para que se ablanden (y ponles encima un peso para que queden totalmente cubiertas de agua)
Picar finamente la cebolla.
Pelar y trocear las patatas, chascándolas. Poner la cantidad de patatas que se estime conveniente para 4 personas.
Pelar los ajos y freírlos enteros en una cazuela (mejor si es de barro).
Pasar los ajos a un mortero, y pochar la cebolla hasta que empiece a dorarse.
Añadir las setas limpias y troceadas (si son grandes) y rehogar brevemente.
Sacar las ñoras del agua y abrirlas, retirar las pepitas y el tallo. Si la carne está tierna, rasparla con un cuchillo y echarla a la cazuela. Si no lo está, trocear cada ñora en tres o cuatro partes y añadirlas tal cual a la cazuela.
Majar el ajo en el mortero. Añadir a las setas cuando estén rehogadas.
Añadir las patatas y la hoja de laurel, y cubrir con agua. Sazonar y cocer hasta que las patatas estén tiernas.
A media cocción, añadir el pimentón.
Truco
Si te gusta que la salsa quede espesa, machaca algunos trozos de patata cocida con un tenedor e incorpóralos al guiso
Debe estar conectado para enviar un comentario.