Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer un bundt cake. Tenía los moldes, tenía los materiales, pero no tenía el tiempo. Así que en cuanto he visto la ocasión me he lanzado, y el resultado ha sido maravilloso. La verdad es que este que os muestro aquí ya lo había hecho anteriormente, como regalo para mi amiga invisible en la quedada de blogguers que organizó Carmen, de Las recetas de tía Alia, hace unas semanas. Pero ni lo pude probar ni fotografiar, así que me puse manos a la obra y repetí la receta, basada en una de Martha Stewart.
El resultado me ha sorprendido para bien, ya que al ser una receta americana me esperaba un bizcocho empalagosamente dulce (cosa que a mí no me gusta nada), pero no ha sido así. Tiene el punto justo de dulzor, y se prepara con mucha facilidad y en poco tiempo. Yo le he añadido nueces picadas, como venía en la receta, pero se puede cambiar por cualquier fruto seco que queráis, e incluso por pepitas de chocolate, que seguro que quedarán estupendas. Si no nos pasamos batiendo la masa pero cremamos bien la mantequilla con el azúcar, obtendremos una miga ligera y suave, con un intenso aroma de chocolate.
Ingredientes
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2 ½ tazas de harina
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½ taza de cacao en polvo
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1 cucharadita de soda
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¾ cucharadita de sal
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½ taza de leche entera
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½ taza de nata
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250 gr de mantequilla
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1 ½ tazas de azúcar
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4 huevos grandes
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1 cucharadita de extracto de vainilla
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½ taza de nueces picadas (opcional)
Glaseado
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90 gr de chocolate negro picado o rallado
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½ taza de nata
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2 cucharadas de mantequilla
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2 cucharadas de coñac
Elaboración
Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar y enharinar el molde de bundt cake, aunque si el molde es bueno, no hace falta enharinarlo, con lo que no tendremos luego un bizcocho con bordes blanquecinos.
Mezclar la harina, cacao, soda y sal en un bol grande.
En un bol pequeño, mezclar la leche con la nata.
Cremar azúcar y mantequilla en el mixer o con una batidora de repostería hasta que la mezcla esté muy ligera y aireada. Ir añadiendo los huevos, de uno a uno, y después la vainilla. Reducir la velocidad a baja, y añadir la mezcla de harina, alternando con la de leche, y acabando con harina. Es muy importante hacerlo a baja velocidad, e incluso con una varilla manual, pues si mezclamos demasiado, o demasiado fuerte, ésto perjudicará a la textura final del bizcocho, que saldrá más apelmazado y seco.
Añadir las nueces, y poner la mezcla en el molde.
Hornear entre 55 y 60 minutos. Dejar enfriar en rejilla, y desmoldar dando la vuelta.
Glaseado
Es necesario que el cake esté completamente frío, e incluso mejor si se deja para el día siguiente, pues así la miga estará más asentada. Poner el chocolate en un bol. Calentar la nata en un cazo pequeño, y verter sobre el chocolate. Dejar 2 minutos. Añadir mantequilla y coñac, y mezclar hasta que esté suave. Dejar reposar, moviendo de vez en cuando, hasta que se ponga más espeso, y echar sobre el cake frío. Cuando haya solidificado estará listo para comer.
Notas
Cuando hablo de cucharadas, cucharaditas y tazas, recordad que siempre es haciendo referencia a las medidas estándar, esto es, usando los juegos de tazas y cucharillas medidoras que hay en el mercado. En repostería la clave está en la exactitud de los ingredientes, por lo que mejor no jugársela con medidas erróneas.
Si al añadir los huevos a la mantequilla cremada se te corta la preparación, no te preocupes, es posible que la diferencia de temperatura entre los ingredientes lo haya producido, pero se resolverá rápidamente a medida que vayas incorporando la harina.
Procurad no usar un molde pequeño, pues sale bastante masa, y no conviene que crezca mucho sobresaliendo del molde, ya que estropearéis la apariencia del bizcocho.
Os recomiendo usar un termómetro de horno, y no pasaros de los tiempos de horneado, pues de lo contrario el cake se os puede quedar seco.
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