Chupitos indecentes de chocolate

Chupitos indecentes de chocolateRecuerdo que hice este postre por primera y única vez en medio de un nivel de estrés bastante habitual en mí cuando me meto en camisas de once varas: Era el tercer encuentro de bloggers organizado por Carmen, de Recetas de Tía Alia. Yo había confirmado mi asistencia y dije que llevaría un plato dulce. Y cuando me quise dar cuenta, la fecha estaba casi encima, y tenía a Carmen al teléfono preguntándome cuál iba a ser mi postre, pues yo era la única que faltaba por dar el nombre de su plato. ¡Tierra trágame! Así que, para salir del paso, y pensando que podría ser una solución sencilla y vistosa, pensé que sería buena idea hacer unos vasitos de chocolate, y en un arrebato de gilipollez ingenio le dije que haría unos Chupitos indecentes de chocolate (que, como podéis imaginar, no había hecho en mi vida).

Así que ahí me veis, la tarde antes del encuentro, con todos mis libros de repostería abiertos de par en par, y el portátil en la mesa de la cocina, buscando desesperadamente una receta que pudiera encajar con el prometedor título de mi postre. Y nada. Nada de nada. No encontraba lo que estaba buscando. Hice un intento con una receta que no me terminaba de convencer, y acabó en desastre. Así que me puse el mandil de Escarlata O’Hara y me dije a mí misma: “Mañana será otro día, y durmiendo te vendrá la inspiración”. Lo que yo te diga.

Y ahí estoy, la mañana del sábado, con una angustia total, intentando hacer algo decente. Yo, que no tengo ni idea de repostería y que en mi vida he hecho unas natillas. Y tras otro intento fallido, decidí que no iba a encontrar la receta que buscaba, y que el postre me lo tendría que inventar yo.

Tenía un montón de chocolate Valor en gotas. Y también tenía una gran bolsa de galletas speculoos desmenuzadas Lotus (Makro, I love you!), así que vi la luz y corrí al Supercor de la esquina a comprar una caja de frambuesas, y mermelada de frambuesa.

IngredientesLo siguiente fue buscar una buena receta de mousse de chocolate, y como quería asegurar, me fui al libro de Julia Child, la de Julie y Julia, y el resto fue improvisado de una forma totalmente apresurada. Pero lo que tiene la suerte del principiante, los chupitos quedaron ricos y bien presentados, y acabaron siendo elegidos como el mejor postre del encuentro.

Y luego vino la tragedia: tantas vueltas le había dado al tema del postre, que al final, cuando quise escribir la receta para publicarla, no me acordaba ni de cómo la había hecho. Así que el postre se quedó en el olvido, muy a mi pesar, y con la vergüenza de ser la única que no había publicado su receta en el Facebook del encuentro.

Y mira por dónde, hace un par de semanas, echando un vistazo al libro de Julia Child, recordé que era de ahí de donde había sacado la base del postre, y ya se me vino todo a la cabeza.

¡Por fin! Así que hice la receta de nuevo, para comprobar que todo salía como la vez anterior, y le añadí un poco de nata montada para redondearlo. Et voila! Sigue siendo un pedazo de postre para golosos irredentos, ideal para celebraciones con familia y amigos. Así que, después de tanto tiempo, publico esta receta, y mira por dónde Coulis de Limón va y se saca de la manga un Concurso de Recetas en Vasito. Vamos, conjunción astral total….

Ingredientes

Para la mousse

  • 4 huevos, separadas claras de yemas
  • ¾ de taza (de las de medir) de azúcar muy fino
  • ¼ de taza de Cointreau
  • 170 g de chocolate al 70% de cacao, troceado
  • 170 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • Sal
  • 1 cucharada (de las de medir) de azúcar

Para el resto

  • Medio bote de mermelada de frambuesas
  • 1 sobre de gelatina neutra
  • Galletas speculoos Lotus desmenuzadas (a la venta en Makro)
  • 250 ml de nata para montar (al menos 35% de materia grasa)
  • 70 gr de azúcar glace
  • 1 cajita de frambuesas

Elaboración

Empezamos por echar la mermelada en el vaso de la batidora y batir bien, para que se rompan las pepitas. Añadir un chorrito de agua y batir nuevamente, para conseguir una textura más fluída.

Preparar medio sobrecito de gelatina siguiendo las instrucciones, y añadir a la mermelada, mezclando bien.

Repartir la mermelada en los vasitos, a modo de base del postre, intentando distribuirla con cuidado para que no caigan gotas en las paredes de los vasos.

Hacer la mousse de chocolate:

Si el azúcar que tienes es normal, pon el azúcar para la mousse en la Thermomix o en el robot de cocina, y tritura hasta que se quede muy fina, casi como el azúcar glace.

Con una batidora de repostería, en un bol preferentemente de cristal, nuca de plástico, bate las yemas de huevo y el azúcar hasta que la mezcla sea espesa, de color pálido, y que forme una especie de cinta cuando levantas las varillas y la dejas caer.

Añade el Cointreau y bate nuevamente.

Pon un poco de agua a hervir en un cazo, y cuando rompa el hervor, baja un poco el fuego, y encaja el bol en el cazo, sin que apenas llegue a tocar el agua. Continúa batiendo durante 3 ó 4 minutos hasta que la mezcla esté esponjosa y casi demasiado caliente como para tocarla con los dedos.

Saca el bol del cazo, y encájalo en otro bol lleno de agua fría, para enfriar la mezcla, sin dejar de batir, de modo que vuelva a coger el punto de cinta, más o menos la consistencia de una mayonesa.

Pon el chocolate en un bol, y encájalo en un cazo de agua hirviendo, sin que el agua toque el bol del chocolate. Remueve hasta que casi se haya disuelto todo, y añade la mantequilla. Continúa removiendo hasta tener una crema suave.

Añade esta mezcla a la de yemas y azúcar, y mezcla bien.

En un bol que no sea de plástico y sin ningún resto de grasa, pon las cuatro claras de huevo con un pellizco de sal, y bate con la batidora de repostería hasta que las claras hayan montado y formen picos suaves cuando levantes las varillas.

Espolvorea sobre ellas la cucharada de azúcar, y sigue batiendo hasta que se formen picos muy marcados.

Mezcla un cuarto de las claras montadas con la mezcla de chocolate, hasta integrar bien todo, y a continuación ve añadiendo claras, y mezclando suavemente con una espátula, con movimientos envolventes, para mantener la mayor cantidad de aire posible.

Montar los vasitos:

Distribuir la mousse entre todos los vasitos, cuidando de no manchar las paredes de los mismos, y de poner más o menos la misma cantidad en todos. Guardar los vasos en la nevera hasta el momento de servir.

Preparar la nata montada con los 250 ml de nata y los 70 gr de azúcar glacey estabilizarla con el otro medio sobre de gelatina. Reservar inmediatamente en la nevera en el bol, o en una manga pastelera hasta el momento de servir.

Justo antes de servir, poner una buena cucharada de galleta triturada sobre la mousse, y mover el vaso para que se distribuya bien en la superficie.

Sobre la galleta, y con una manga pastelera con boquilla rizada, hacer un top de nata montada, y decorar con dos o tres frambuesas. ¡Y a disfrutar!

Nota: el postre se puede montar con antelación, pero la galleta se humedecerá con la nata, y perderá el punto crujiente, que realmente aporta bastante a este postre.

El día antes se pueden dejar preparados los vasitos con la mermelada y la mousse, para que asiente mejor, de modo que al día siguiente sólo haya que montar la nata, que lleva muy poco tiempo, y terminar de montar el postre. Si vas a hacer eso, asegúrate de tapar bien los vasitos para que la mousse no coja sabores de la nevera.

Y lógicamente, si no tienes speculoos en casa, tenderás a caer en la tentación de usar otro tipo de galletas pero… NO ES LO MISMO!!! El maravilloso sabor caramelizado de estas galletas no tiene comparación, y es parte del secreto del éxito de este postre.

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Bundt cake de chocolate

Chocolate Bundt Cake

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer un bundt cake. Tenía los moldes, tenía los materiales, pero no tenía el tiempo. Así que en cuanto he visto la ocasión me he lanzado, y el resultado ha sido maravilloso. La verdad es que este que os muestro aquí ya lo había hecho anteriormente, como regalo para mi amiga invisible en la quedada de blogguers que organizó Carmen, de Las recetas de tía Alia, hace unas semanas. Pero ni lo pude probar ni fotografiar, así que me puse manos a la obra y repetí la receta, basada en una de Martha Stewart.

El resultado me ha sorprendido para bien, ya que al ser una receta americana me esperaba un bizcocho empalagosamente dulce (cosa que a mí no me gusta nada), pero no ha sido así. Tiene el punto justo de dulzor, y se prepara con mucha facilidad y en poco tiempo. Yo le he añadido nueces picadas, como venía en la receta, pero se puede cambiar por cualquier fruto seco que queráis, e incluso por pepitas de chocolate, que seguro que quedarán estupendas. Si no nos pasamos batiendo la masa pero cremamos bien la mantequilla con el azúcar, obtendremos una miga ligera y suave, con un intenso aroma de chocolate.

Ingredientes

  • 2 ½ tazas de harina
  • ½ taza de cacao en polvo
  • 1 cucharadita de soda
  • ¾ cucharadita de sal
  • ½ taza de leche entera
  • ½ taza de nata
  • 250 gr de mantequilla
  • 1 ½ tazas de azúcar
  • 4 huevos grandes
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • ½ taza de nueces picadas (opcional)

Glaseado

  • 90 gr de chocolate negro picado o rallado
  • ½ taza de nata
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 2 cucharadas de coñac

Elaboración

Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar y enharinar el molde de bundt cake, aunque si el molde es bueno, no hace falta enharinarlo, con lo que no tendremos luego un bizcocho con bordes blanquecinos.

Mezclar la harina, cacao, soda y sal en un bol grande.

En un bol pequeño, mezclar la leche con la nata.

Cremar azúcar y mantequilla en el mixer  o con una batidora de repostería hasta que la mezcla esté muy ligera y aireada. Ir añadiendo los huevos, de uno a uno, y después la vainilla. Reducir la velocidad a baja, y añadir la mezcla de harina, alternando con la de leche, y acabando con harina. Es muy importante hacerlo a baja velocidad, e incluso con una varilla manual, pues si mezclamos demasiado, o demasiado fuerte, ésto perjudicará a la textura final del bizcocho, que saldrá más apelmazado y seco.

Añadir las nueces, y poner la mezcla en el molde.

Hornear entre 55 y 60 minutos. Dejar enfriar en rejilla, y desmoldar dando la vuelta.

Glaseado

Es necesario que el cake esté completamente frío, e incluso mejor si se deja para el día siguiente, pues así la miga estará más asentada. Poner el chocolate en un bol. Calentar la nata en un cazo pequeño, y verter sobre el chocolate. Dejar 2 minutos. Añadir mantequilla y coñac, y mezclar hasta que esté suave. Dejar reposar, moviendo de vez en cuando, hasta que se ponga más espeso, y echar sobre el cake frío. Cuando haya solidificado estará listo para comer.

Notas

Cuando hablo de cucharadas, cucharaditas y tazas, recordad que siempre es haciendo referencia a las medidas estándar, esto es, usando los juegos de tazas y cucharillas medidoras que hay en el mercado. En repostería la clave está en la exactitud de los ingredientes, por lo que mejor no jugársela con medidas erróneas.

Si al añadir los huevos a la mantequilla cremada se te corta la preparación, no te preocupes, es posible que la diferencia de temperatura entre los ingredientes lo haya producido, pero se resolverá rápidamente a medida que vayas incorporando la harina.

Procurad no usar un molde pequeño, pues sale bastante masa, y no conviene que crezca mucho sobresaliendo del molde, ya que estropearéis la apariencia del bizcocho.

Os recomiendo usar un termómetro de horno, y no pasaros de los tiempos de horneado, pues de lo contrario el cake se os puede quedar seco.