Bizcocho jugoso de manzana y canela

Bizcocho jugoso de manzana y canelaEn verano no dejan de apetecerme las cosas dulces, lo reconozco. Pero sí es cierto que me apetecen de otra forma. Para mí, pocas cosas hay tan reconfortantes como cortar un buen trozo de bizcocho y mojarlo en mi colacao. Y ahora que estoy controlando bastante lo que como, es que sueño con esa imagen. Imagino el tiempo exacto que debo dejarlo introducido en el líquido, para que quede bien empapado y sin embargo no llegue a romperse. Visualizo el rápido ascenso del vaso a mi boca, cuidando de que ninguna gota me caiga encima y que la pieza llegue sana y salva a destino, sin deshacerse por el camino. Y casi paladeo el placer inmenso del sabor… mmmmmm, ooohhhhhh, con esos leves matices de limón, o de vainilla, o tal vez alguna especia un poco más atrevida como la nuez moscada…

Pues no. En verano no puedo, ea. He desterrado los bizcochos a los fríos fines de semana de invierno, en que me los planteo como un merecido premio a una dura semana de trabajo. Y sin embargo, soy demasiado débil ante la tentación, y por las noches, cuando hace ya casi dos horas que he cenado, me sobreviene el momento de tortura pensando en algo dulce, por caridad, que alguien me dé algo dulce… Miro implorante a Mr Foodmusic, que se encoge de hombros diciéndome con la mirada: “sólo hay un poco de chocolate en la despensa”. Not enough! Ni de lejos puede el chocolate saciar mi ataque de gula diabética.

Así que decido, a veces y sólo a veces, que mi auto-tortura psicológica es peor que los gramos que echo en mis caderas, más o menos eliminables con un rato en la cinta del gimnasio. Y me regalo con algo como esta tarta. No es un bizcocho esponjoso, nacido para chupar ávidamente el colacao de mi taza, pero me apaña que no veas la crisis de ansiedad.

Esta pequeña maravilla es un bizcocho con corazón de manzana súper jugoso y con un delicioso sabor a canela, ni muy dulce ni muy poco, en su punto justo, y nacido para saciar mi necesidad de glucosa en sangre. No me consideréis perversa si os cuento cómo está si lo sirves con una gran bola de helado. O caliente, bañado por unas natillas inglesas…

Bizcocho jugoso de manzana y canela

Ingredientes

Para la masa

  • 150 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • 2 huevos a temperatura ambiente
  • 100 g de almendra molida (en polvo)
  • 75 g de azúcar
  • 50 g de harina de repostería
  • 1 cucharadita de levadura en polvo

Para el relleno de manzanas

  • 3 manzanas reineta
  • 1/2 cucharadita de canela
  • 35 g de azúcar

Elaboración

Poner a calentar el horno a 180ºC.

Coger un molde desmontable antiadherente de 20 cm y poner una hoja de papel de horno sobre la base. Montar el molde pillando el papel, de modo que no se mueva cuando pongamos la masa sobre él. Engrasar ligeramente las paredes.

Con una batidora de varillas o un stand mixer, mezclar el azúcar con la mantequilla hasta que adquiera una consistencia ligera, muy aireada y de color más claro. Añadir un huevo sin dejar de batir, y cuando esté bien incorporado, añadir el segundo huevo.

Cuando la mezcla sea homogénea, añadir la almendra molida, y cuando esté bien incorporada, retirar la batidora o sacar el bol del stand mixer.

Mezclar la harina con la levadura y remover bien. Tamizar sobre el bol, y mezclar delicadamente con una espátula o cuchara, dejando de remover en cuanto se haya incorporado la harina y no se vean grumos.

Extender cuidadosamente la mitad de la masa en el molde, ayudándose de una espátula de codo, una espátula de silicona, o de una cuchara. La masa es un poco pegajosa y costará distribuirla, pero con un poco de paciencia y de maña se conseguirá hacer una capa más o menos uniforme. Es más fácil si vas poniendo pegotitos, y cuando los tengas todos sobre la base, los extiendes.

Rallar la manzana, o cortarla en láminas finas si se prefiere apreciar la textura, y disponerla sobre la masa. Esto hay que hacerlo en el momento y lo más rápidamente posible, para evitar que se oxide.

Mezclar el azúcar restante con la canela y espolvorear sobre la manzana. Aplastar ligeramente con los dedos, para que la capa de manzana sea algo compacta y se pueda extender bien sobre ella el resto de la masa.

Cubrir con el resto de la masa, distribuyéndola también en pegotitos y cuidando de no levantar el azúcar con canela, y después alisarlo todo, llegando bien a los bordes.

Poner en una rejilla en el horno de forma que el molde quede ubicado a media altura. Hornear durante 50 minutos, o hasta que se vea que se ha dorado y que al pinchar un alfiler largo sale limpio.

Enfriar sobre una rejilla diez minutos, y desmoldar con cuidado en cuanto pase este tiempo.

Si te gusta, puedes espolvorear con azúcar glas.

Bizcocho jugoso de manzana y canela

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