Esta es otra de las recetazas que han entrado en mi vida por obra y gracia de Kitchen Community, la escuela de cocina a la que empecé a ir como alumna y en la que me he involucrado profesionalmente. Los cursos de cocina oriental que imparte Alex Zurdo son realmente excepcionales, y en el último que fui aprendí a elaborar varios platos de la cocina tradicional tailandesa.
Sí, hubo curries, de varios tipos. Y no, no hubo pad thai, que es lo típico, pero que en realidad es un plato que consumen sobre todo los guiris, no las familias tailandesas. Todo lo que cocinamos estaba realmente espectacular. Explosión de sabores y aromas, como a mí me gusta. Y sobresaliendo entre todas las preparaciones estaba ella: se alzó, contra todo pronóstico, en el podio de las elaboraciones más aclamadas. Quién iba a decir que una ensalada de fideíllos transparentes podría desbancar al suculento curry rojo que allí preparamos. Pero sí, ¡oh, sí! Llegó y con la sutileza de su aspecto y la rotundidad de su sabor, nos dejó a todos impactados, afirmando que era el mejor de los platos, y rebañando nuestros cuencos en busca del fideo olvidado.
Sólo puedo deciros que la preparéis. Esta no es de las recetas que más ingredientes “raros” llevan, y sólo hay tres que realmente pueden chirriar un poco: los chiles ojo de pájaro, que son aquellos pequeñitos de unos 4 cm de largo y que pican a rabiar, se pueden sustituir por otros chiles frescos más grandes y menos picantes. La salsa de pescado es muy típica de Tailandia y la venden en todos los supermercados orientales, compra la botella pequeña porque cunde bastante. Y las cebolletas chinas, a menos que tengas un supermercado oriental cerca, tendrás que sustituirlas por cebollas tiernas españolas, pero eso sí, usa también la parte más tierna del tallo verde.
La sensación de sabor potente y punzante, a la vez que sabes que estás comiendo algo absolutamente equilibrado y natural, es maravillosa. Y se prepara en cero coma…
Ingredientes (4 personas)
Aliño
- 2 chiles ojo de pájaro
- 3 cucharaditas de azúcar
- 7 cucharadas de zumo de lima
- 4 cucharadas de salsa de pescado
Ensalada
- 160 g de fideos de celofán
- 100 g de pechuga de pollo en lonchas finas
- 16 gambas peladas y desvenadas
- 1 chalota en juliana fina (puesta a remojar unos 20 minutos en agua para que pierda fuerza)
- 2 cebolletas chinas troceadas
- 15 tomates cherry maduros partidos en mitades
- Zanahoria rallada
Aderezos
- Cilantro fresco picado
- Menta picada
- Pimienta negra molida
- Ajo frito
- Cacahuetes tostados picados
- Semillas de sésamo tostadas
Elaboración
Mezclar todos los ingredientes del aliño hasta que el azúcar esté bien disuelto.
Blanquear muy brevemente el pollo y las gambas en agua hirviendo con sal. Refrescar, escurrir y reservar. También se pueden pasar por la plancha en lugar de por agua.
Blanquear los fideos hasta que estén tiernos: dejarlos un minuto en agua hirviendo, retirar del fuego y dejar en el agua caliente otro minuto y medio (en cualquier caso, los tiempos pueden variar en función de la marca de los fideos, así que lo mejor es ir probándolos) Refrescar bajo el chorro de agua fría para cortar la cocción y escurrir bien para que la ensalada no quede aguada. Con unas tijeras, trocear ligeramente los fideos.
Mezclar todos los ingredientes y aliñar con la salsa. Servir encima de una cama de lechuga y decorar con ajo frito, cacahuetes y sésamo tostados, y aderezar con pimienta negra, cilantro y menta.
La ensalada debe tener un sabor potente y picante. Si queda muy suave, potenciar el sabor con algo más de chile, lima, cilantro, etc. hasta que al probarla se sienta un buen golpe de sabor. Vamos, lo que el amigo Jordi Cruz llama rock and roll…..
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