Peras al vino

Peras al vinoSi hay un postre típico de la gastronomía española, que sale bien a la primera, gusta a todos, y se hace sin complicaciones y en un tiempo récord, ese postre es las peras al vino. Una auténtica delicia que, gracias a la variedad de peras que tenemos hoy en día en los mercados, puede hacerse durante todo el año.

Para mí, es la receta perfecta cuando has abierto una botella de vino para cocinar cualquier cosa que requería sólo “un vasito”, o para aprovechar el vino que ha sobrado en una comida familiar. Pero sobre todo, es un recurso fantástico cuando tienes invitados y quieres quedar bien sin darte una paliza en la cocina.

Ingredientes

  • 6 peras
  • 1 botella de vino dulce Pedro Ximénez
  • 200 g de azúcar
  • 1 rama de canela
  • La piel de una naranja

Elaboración de las peras al vino

Lava bien las peras, y pélalas, dejando el tallo para poder manipularlas.

Rebana la base de cada pera para que se sostenga con facilidad, y ponlas en una cazuela del tamaño adecuado como para que queden ni muy apretadas ni muy sueltas.

Añade el vino, el azúcar, la canela, y la piel de naranja, y lleva a ebullición. Cuando rompa a hervir, baja la temperatura, tapa el cazo, y deja cocer a fuego lento durante 20 -30 minutos, girándolas de vez en cuando, hasta que veas que están listas. Lo sabrás pinchando una pera hasta el corazón, y comprobando que la carne está tierna, pero aún firme.

Déjalas enfriar por completo en el vino (las puedes dejar durante la noche), para que los sabores se fusionen perfectamente.

Al día siguiente, retíralas de la cazuela y deja reducir el vino hasta que coja un poco de densidad, con un punto almibarado.

Están deliciosas servidas frías, con un poco de salsa, y una bola de helado de vainilla.

Puedes hacer una buena cantidad de peras y conservarlas, colocándolas en botes esterilizados, cerrando bien las tapas, y dejando hervir 10 minutos. Se mantendrán aproximadamente medio año.

Notas:
Este postre puede hacerse también con vino blanco y vino tinto. No es necesario usar un vino caro para que quede perfecto, y podemos aprovechar sin problema los vinos que hayan sobrado en una comida o cena.

Puedes darle un toque extra de aroma si usas un poco de anís estrellado, clavo, cardamomo, o vainilla.

Peras al vino

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Compota de manzanas

Compota de manzanasÚltimamente Mr Foodmusic anda un tanto enloquecido con unos vasitos como los de yogur que llevan una especie de compota de manzana. Más bien es la típica papilla de fruta que se les da a los bebés, pero esta vez en un envase destinado a los adultos. Ahora mismo ni me acuerdo de la marca que los comercializa, pero sí es cierto que al probarlos, más allá de manzana asada sin ninguna gracia y pasada por la trituradora, no me dicen nada de nada.

Así que este fin de semana he decidido hacer una compota de manzana. Una compota básica, sin florituras, de las que se hacen en un momento, pero que tienen un sabor delicioso y potente. Me encanta comerla fría, y con la manzana entera (reconozco que el tema papilla no me va), y es uno de mis postres veraniegos favoritos.

Puedes hacerla tranquilamente mientras preparas cualquier otra cosa en la cocina, pues es poner todo en el cazo y dejar cocer lentamente. Tras la primera vez que la hagas, podrás ir ajustando las cantidades de azúcar o de vino dulce, y adaptarla como mejor te guste. Aquí te dejo con la receta, a ver qué te parece…

Ingredientes (4 personas)

  • 4 manzanas reinetas
  • 200 g de azúcar
  • ½ litro de agua
  • 2 cucharadas de coñac
  • 1 cucharada de Pedro Ximénez
  • 1 rama de canela
  • La piel de medio limón

Elaboración de la compota de manzana

Se pelan las manzanas y se cortan en ocho trozos iguales, retirando el corazón y las pepitas.

Se ponen en una cacerola con el resto de ingredientes. Dejar hervir suavemente hasta que la manzana esté tierna, sin llegar a deshacerse, removiendo de vez en cuando con una cuchara de palo. Hay que tener mucho cuidado de remover muy suavemente para no romper la manzana.

Estarán listas en unos veinte minutos

Retirar la canela, dejar enfriar, y servir con su propio jarabe pasado por un colador.

Nota: puedes sustituir el Pedro Ximénez por un Oporto, o por cualquier vino dulce de calidad.

Chupitos indecentes de chocolate

Chupitos indecentes de chocolateRecuerdo que hice este postre por primera y única vez en medio de un nivel de estrés bastante habitual en mí cuando me meto en camisas de once varas: Era el tercer encuentro de bloggers organizado por Carmen, de Recetas de Tía Alia. Yo había confirmado mi asistencia y dije que llevaría un plato dulce. Y cuando me quise dar cuenta, la fecha estaba casi encima, y tenía a Carmen al teléfono preguntándome cuál iba a ser mi postre, pues yo era la única que faltaba por dar el nombre de su plato. ¡Tierra trágame! Así que, para salir del paso, y pensando que podría ser una solución sencilla y vistosa, pensé que sería buena idea hacer unos vasitos de chocolate, y en un arrebato de gilipollez ingenio le dije que haría unos Chupitos indecentes de chocolate (que, como podéis imaginar, no había hecho en mi vida).

Así que ahí me veis, la tarde antes del encuentro, con todos mis libros de repostería abiertos de par en par, y el portátil en la mesa de la cocina, buscando desesperadamente una receta que pudiera encajar con el prometedor título de mi postre. Y nada. Nada de nada. No encontraba lo que estaba buscando. Hice un intento con una receta que no me terminaba de convencer, y acabó en desastre. Así que me puse el mandil de Escarlata O’Hara y me dije a mí misma: “Mañana será otro día, y durmiendo te vendrá la inspiración”. Lo que yo te diga.

Y ahí estoy, la mañana del sábado, con una angustia total, intentando hacer algo decente. Yo, que no tengo ni idea de repostería y que en mi vida he hecho unas natillas. Y tras otro intento fallido, decidí que no iba a encontrar la receta que buscaba, y que el postre me lo tendría que inventar yo.

Tenía un montón de chocolate Valor en gotas. Y también tenía una gran bolsa de galletas speculoos desmenuzadas Lotus (Makro, I love you!), así que vi la luz y corrí al Supercor de la esquina a comprar una caja de frambuesas, y mermelada de frambuesa.

IngredientesLo siguiente fue buscar una buena receta de mousse de chocolate, y como quería asegurar, me fui al libro de Julia Child, la de Julie y Julia, y el resto fue improvisado de una forma totalmente apresurada. Pero lo que tiene la suerte del principiante, los chupitos quedaron ricos y bien presentados, y acabaron siendo elegidos como el mejor postre del encuentro.

Y luego vino la tragedia: tantas vueltas le había dado al tema del postre, que al final, cuando quise escribir la receta para publicarla, no me acordaba ni de cómo la había hecho. Así que el postre se quedó en el olvido, muy a mi pesar, y con la vergüenza de ser la única que no había publicado su receta en el Facebook del encuentro.

Y mira por dónde, hace un par de semanas, echando un vistazo al libro de Julia Child, recordé que era de ahí de donde había sacado la base del postre, y ya se me vino todo a la cabeza.

¡Por fin! Así que hice la receta de nuevo, para comprobar que todo salía como la vez anterior, y le añadí un poco de nata montada para redondearlo. Et voila! Sigue siendo un pedazo de postre para golosos irredentos, ideal para celebraciones con familia y amigos. Así que, después de tanto tiempo, publico esta receta, y mira por dónde Coulis de Limón va y se saca de la manga un Concurso de Recetas en Vasito. Vamos, conjunción astral total….

Ingredientes

Para la mousse

  • 4 huevos, separadas claras de yemas
  • ¾ de taza (de las de medir) de azúcar muy fino
  • ¼ de taza de Cointreau
  • 170 g de chocolate al 70% de cacao, troceado
  • 170 g de mantequilla a temperatura ambiente
  • Sal
  • 1 cucharada (de las de medir) de azúcar

Para el resto

  • Medio bote de mermelada de frambuesas
  • 1 sobre de gelatina neutra
  • Galletas speculoos Lotus desmenuzadas (a la venta en Makro)
  • 250 ml de nata para montar (al menos 35% de materia grasa)
  • 70 gr de azúcar glace
  • 1 cajita de frambuesas

Elaboración

Empezamos por echar la mermelada en el vaso de la batidora y batir bien, para que se rompan las pepitas. Añadir un chorrito de agua y batir nuevamente, para conseguir una textura más fluída.

Preparar medio sobrecito de gelatina siguiendo las instrucciones, y añadir a la mermelada, mezclando bien.

Repartir la mermelada en los vasitos, a modo de base del postre, intentando distribuirla con cuidado para que no caigan gotas en las paredes de los vasos.

Hacer la mousse de chocolate:

Si el azúcar que tienes es normal, pon el azúcar para la mousse en la Thermomix o en el robot de cocina, y tritura hasta que se quede muy fina, casi como el azúcar glace.

Con una batidora de repostería, en un bol preferentemente de cristal, nuca de plástico, bate las yemas de huevo y el azúcar hasta que la mezcla sea espesa, de color pálido, y que forme una especie de cinta cuando levantas las varillas y la dejas caer.

Añade el Cointreau y bate nuevamente.

Pon un poco de agua a hervir en un cazo, y cuando rompa el hervor, baja un poco el fuego, y encaja el bol en el cazo, sin que apenas llegue a tocar el agua. Continúa batiendo durante 3 ó 4 minutos hasta que la mezcla esté esponjosa y casi demasiado caliente como para tocarla con los dedos.

Saca el bol del cazo, y encájalo en otro bol lleno de agua fría, para enfriar la mezcla, sin dejar de batir, de modo que vuelva a coger el punto de cinta, más o menos la consistencia de una mayonesa.

Pon el chocolate en un bol, y encájalo en un cazo de agua hirviendo, sin que el agua toque el bol del chocolate. Remueve hasta que casi se haya disuelto todo, y añade la mantequilla. Continúa removiendo hasta tener una crema suave.

Añade esta mezcla a la de yemas y azúcar, y mezcla bien.

En un bol que no sea de plástico y sin ningún resto de grasa, pon las cuatro claras de huevo con un pellizco de sal, y bate con la batidora de repostería hasta que las claras hayan montado y formen picos suaves cuando levantes las varillas.

Espolvorea sobre ellas la cucharada de azúcar, y sigue batiendo hasta que se formen picos muy marcados.

Mezcla un cuarto de las claras montadas con la mezcla de chocolate, hasta integrar bien todo, y a continuación ve añadiendo claras, y mezclando suavemente con una espátula, con movimientos envolventes, para mantener la mayor cantidad de aire posible.

Montar los vasitos:

Distribuir la mousse entre todos los vasitos, cuidando de no manchar las paredes de los mismos, y de poner más o menos la misma cantidad en todos. Guardar los vasos en la nevera hasta el momento de servir.

Preparar la nata montada con los 250 ml de nata y los 70 gr de azúcar glacey estabilizarla con el otro medio sobre de gelatina. Reservar inmediatamente en la nevera en el bol, o en una manga pastelera hasta el momento de servir.

Justo antes de servir, poner una buena cucharada de galleta triturada sobre la mousse, y mover el vaso para que se distribuya bien en la superficie.

Sobre la galleta, y con una manga pastelera con boquilla rizada, hacer un top de nata montada, y decorar con dos o tres frambuesas. ¡Y a disfrutar!

Nota: el postre se puede montar con antelación, pero la galleta se humedecerá con la nata, y perderá el punto crujiente, que realmente aporta bastante a este postre.

El día antes se pueden dejar preparados los vasitos con la mermelada y la mousse, para que asiente mejor, de modo que al día siguiente sólo haya que montar la nata, que lleva muy poco tiempo, y terminar de montar el postre. Si vas a hacer eso, asegúrate de tapar bien los vasitos para que la mousse no coja sabores de la nevera.

Y lógicamente, si no tienes speculoos en casa, tenderás a caer en la tentación de usar otro tipo de galletas pero… NO ES LO MISMO!!! El maravilloso sabor caramelizado de estas galletas no tiene comparación, y es parte del secreto del éxito de este postre.

Bizcocho de bourbon, pecanas e higos

Bizcocho de bourbon, pecanas e higos Receta de www.gourmet.com adaptada

Los bundt cakes son de por sí un pequeño espectáculo, pero si además están hechos con una combinación de dulces higos secos, crujientes nueces pecanas, y aromático bourbon, la cosa promete. Eso sí, si eres de lo que les gustan las cosas ligeras, esta receta no es para ti: el resultado es un bizcocho denso, jugoso y lleno de sabor, apto para cuando hay muchos comensales, pues una porción llena de sobra y si se repite es por pura gula.

Personalmente, y como no me gustan las cosas demasiado dulces, y las recetas americanas suelen serlo bastante, he rebajado un poco la cantidad de azúcar y reducido también la cantidad de higos. Y además, para la próxima vez eliminaría el glaseado. Pero para gustos los colores…

Ingredientes

  • 435 gr de higos secos sin el rabillo (me parecieron demasiados y usé 200 gr de higos y 100 gr de pasas sultanas, pero rebajaría la cantidad total a 200 gr en la próxima ocasión)
  • 2 tazas de agua
  • ½ taza de bourbon (se puede sustituir por whisky)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 3 tazas de harina de repostería, tamizada antes de medir
  • 2 cucharaditas de levadura tipo Royal
  • ¾ de cucharadita de bicarbonato sódico
  • ¾ de cucharadita de sal
  • ½ cucharadita de canela
  • ½ cucharadita de nuez moscada (yo reduje a ¼, y me alegré de haberlo hecho)
  • 150 gr de nueces pecanas sin cáscara
  • 1 y 1/2 tazas de azúcar moreno (la receta pide 2 tazas)
  • 1 taza de aceite de girasol
  • 3 huevos grandes a temperatura ambiente

Para el glaseado

  • 1 taza de azúcar glace
  • 4 ½ cucharadas de nata 35% MG
  • 2 cucharadas de bourbon
  • ¼ cucharada de extracto de vainilla

Elaboración

Sumergir los higos y las pasas en las dos tazas de agua durante al menos 40 minutos, hasta que la mayor parte del líquido haya sido absorbida. Triturar todo junto con el bourbon y la vainilla. Reservar.

Precalentar el horno a 180ºC con la bandeja en el medio.

Engrasar un molde de bundt cake. Yo no enharino, para evitar que las paredes del bizcocho queden blanquecinas. Si el molde es bueno, con engrasarlo con mantequilla es suficiente.

Mezclar la harina con la levadura, el bicarbonato, la sal, la canela y la nuez moscada. Remover bien con unas varillas para distribuir uniformemente la levadura, y tamizar todo.

Poner las nueces en una rustidera y tostarlas ligeramente en el horno durante 8 ó 10 minutos. Dejar enfriar y partirlas en trozos. Reservar.

En un bol grande, y con un batidor de varillas o un stand mixer, batir el azúcar, aceite y huevos, hasta que la mezcla esté cremosa (unos 3 minutos). Añadir la mezcla de higos y pasas. Retirar la batidora, e ir añadiendo poco a poco la mezcla de harina, incorporándola con unas varillas manuales y removiendo lo justo para que la harina se mezcle con el resto. No batir enérgicamente ni pasarse removiendo, pues se desarrollará el gluten de la harina y el bizcocho no subirá. Añadir las nueces y dar una vuelta más.

Poner la mezcla en el molde y hornear entre 60 y 75 minutos, hasta que al insertar un palillo, éste salga limpio.

Dejar enfriar totalmente el molde en una rejilla. Cuando el bizcocho esté frío, volcarlo en un plato o bandeja, y dejarlo reposar hasta el día siguiente, en que le pondremos el glaseado.

Para el glaseado: Tamizar el azúcar glace en un bol, y mezclar el resto de ingredientes hasta que resulte una mezcla suave. Verter sobre el bizcocho.

Notas

Este es uno de esos bizcochos que mejoran con los días, por lo que se puede preparar hasta cinco días antes de ponerle el glaseado, y guardarlo en un recipiente hermético a temperatura ambiente.

Compra las nueces pecanas ya peladas, si no quieres invertir más tiempo pelándolas de lo que invertirás en preparar el bizcocho. Por supuesto, puedes sustituirlas por nueces normales.

Bundt cake de chocolate

Chocolate Bundt Cake

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer un bundt cake. Tenía los moldes, tenía los materiales, pero no tenía el tiempo. Así que en cuanto he visto la ocasión me he lanzado, y el resultado ha sido maravilloso. La verdad es que este que os muestro aquí ya lo había hecho anteriormente, como regalo para mi amiga invisible en la quedada de blogguers que organizó Carmen, de Las recetas de tía Alia, hace unas semanas. Pero ni lo pude probar ni fotografiar, así que me puse manos a la obra y repetí la receta, basada en una de Martha Stewart.

El resultado me ha sorprendido para bien, ya que al ser una receta americana me esperaba un bizcocho empalagosamente dulce (cosa que a mí no me gusta nada), pero no ha sido así. Tiene el punto justo de dulzor, y se prepara con mucha facilidad y en poco tiempo. Yo le he añadido nueces picadas, como venía en la receta, pero se puede cambiar por cualquier fruto seco que queráis, e incluso por pepitas de chocolate, que seguro que quedarán estupendas. Si no nos pasamos batiendo la masa pero cremamos bien la mantequilla con el azúcar, obtendremos una miga ligera y suave, con un intenso aroma de chocolate.

Ingredientes

  • 2 ½ tazas de harina
  • ½ taza de cacao en polvo
  • 1 cucharadita de soda
  • ¾ cucharadita de sal
  • ½ taza de leche entera
  • ½ taza de nata
  • 250 gr de mantequilla
  • 1 ½ tazas de azúcar
  • 4 huevos grandes
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • ½ taza de nueces picadas (opcional)

Glaseado

  • 90 gr de chocolate negro picado o rallado
  • ½ taza de nata
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 2 cucharadas de coñac

Elaboración

Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar y enharinar el molde de bundt cake, aunque si el molde es bueno, no hace falta enharinarlo, con lo que no tendremos luego un bizcocho con bordes blanquecinos.

Mezclar la harina, cacao, soda y sal en un bol grande.

En un bol pequeño, mezclar la leche con la nata.

Cremar azúcar y mantequilla en el mixer  o con una batidora de repostería hasta que la mezcla esté muy ligera y aireada. Ir añadiendo los huevos, de uno a uno, y después la vainilla. Reducir la velocidad a baja, y añadir la mezcla de harina, alternando con la de leche, y acabando con harina. Es muy importante hacerlo a baja velocidad, e incluso con una varilla manual, pues si mezclamos demasiado, o demasiado fuerte, ésto perjudicará a la textura final del bizcocho, que saldrá más apelmazado y seco.

Añadir las nueces, y poner la mezcla en el molde.

Hornear entre 55 y 60 minutos. Dejar enfriar en rejilla, y desmoldar dando la vuelta.

Glaseado

Es necesario que el cake esté completamente frío, e incluso mejor si se deja para el día siguiente, pues así la miga estará más asentada. Poner el chocolate en un bol. Calentar la nata en un cazo pequeño, y verter sobre el chocolate. Dejar 2 minutos. Añadir mantequilla y coñac, y mezclar hasta que esté suave. Dejar reposar, moviendo de vez en cuando, hasta que se ponga más espeso, y echar sobre el cake frío. Cuando haya solidificado estará listo para comer.

Notas

Cuando hablo de cucharadas, cucharaditas y tazas, recordad que siempre es haciendo referencia a las medidas estándar, esto es, usando los juegos de tazas y cucharillas medidoras que hay en el mercado. En repostería la clave está en la exactitud de los ingredientes, por lo que mejor no jugársela con medidas erróneas.

Si al añadir los huevos a la mantequilla cremada se te corta la preparación, no te preocupes, es posible que la diferencia de temperatura entre los ingredientes lo haya producido, pero se resolverá rápidamente a medida que vayas incorporando la harina.

Procurad no usar un molde pequeño, pues sale bastante masa, y no conviene que crezca mucho sobresaliendo del molde, ya que estropearéis la apariencia del bizcocho.

Os recomiendo usar un termómetro de horno, y no pasaros de los tiempos de horneado, pues de lo contrario el cake se os puede quedar seco.

Tarta mousse de limón (Thermomix)

Tarta mousse de limónEsta es una de esas tartas que siempre salen bien, y que gusta a todo el mundo, ya que no es excesivamente dulce y es refrescante tras una copiosa comida. Es quizá un poco laboriosa, en el sentido de que hay que dar varios pasos de forma independiente, no consiste en ir añadiendo ingredientes, pero merece la pena. La receta está tomada del nº 40 de la revista Thermomix, y tras haberla hecho un par de veces, os dejo la receta original y os pongo mis cambios más abajo (Por cierto, la foto es malísima, pero es que si no la hago a tiempo con el móvil, se la comen el puñado de carpantas que me rodeaban en ese momento!!! 🙂

Ingredientes

250 gr de galletas
75 gr de mantequilla
Para la mousse
6 hojas de gelatina grandes
150 gr de azúcar
La piel de un limón sin nada de blanco
250 gr de nata con 35% MG
50-100 gr de zumo de limón
3 huevos (separadas las claras de las yemas)
1 pizca de sal
4-5 cucharadas de mermelada de albaricoque
1 chorrito de caramelo líquido

Elaboración

Prepara un molde desmontable antiadherente de 24 cm. Si es metálico, fórralo con film o papel de horno.

Sumerge la gelatina en un bol con agua fría un mínimo de 5 minutos para hidratarla. En el vaso limpio y seco pulveriza el azúcar y la piel de limón, 30 segundos, velocidad progresiva 5-10. Retira a un bol y reserva.

Coloca la mariposa. Vierte la nata y móntala a velocidad 3,5. Pon en un bol y mete en nevera. Retira la mariposa.

Pon en el vaso las galletas y la mantequilla y programa 2 min/ 37º /vel 4. Cubre el fondo del molde, compacta con una ligera presión, y guarda en la nevera. Aclara el vaso.

Calienta el zumo en el microondas. Vierte en un bol y añade la gelatina. Remueve para disolverla y reserva.

Coloca la mariposa en las cuchillas. Pon el azúcar con piel de limón y las yemas. 5 minutos / 80º / vel 3,5

Incorpora la gelatina disuelta en el zumo reservado y mezcla 10 seg / vel 3,5. Retira a un bol grande y reserva. Lava bien el vaso y la mariposa.

Pon la mariposa en las cuchillas. Vierte las claras, la sal y unas gotas de zumo de limón. Móntalas a punto de nieve 5 min / vel 3,5

Mientras, mezcla la crema de yemas y limón con la nata reservada. Añade la mitad de las claras montadas, y luego la otra mitad, moviendo la espátula de abajo hacia arriba con movimientos envolventes. Vierte la mezcla en el molde y deja reposar al menos 4 h. o bien meter en el congelador.

Calienta la mermelada con unas gotas de zumo de limón en el microondas y cuélala.  Cubre la superficie de la tarta ya cuajada. Hay que hacerlo muy rápido, ya que al estar fría la mermelada se solidificará enseguidaDesmolda y decora con caramelo líquido.

A mi manera:

Yo prefiero montar las claras a punto de nieve con una batidora de varillas, pues quedan mucho mejor y además no tengo que limpiar el vaso nuevamente, lo que alarga el tiempo de preparación de la receta.

Es muy importante que la tarta esté bien fría antes de ponerle la mermelada, pues de lo contrario se mezclará con la misma y perderá toda la estética. Recomiendo hacer la tarta el día antes de consumirla.

En lugar de limitarme a poner la mermelada colada sobre la tarta, prefiero ablandar 2 hojas de gelatina grandes o 3 pequeñas durante 5 minutos en un cuenco con agua, y añadirlas después a la mermelada caliente ya colada con un poco de agua, unos 75 ml. Remover bien, y verter cuidadosamente sobre la tarta (yo prefiero hacerlo sobre una cuchara colocada casi rozando la tarta, de modo que el chorro no perfore la mouse). De este modo se forma una capa uniforme que luego se solidifica y tiene un aspecto más “profesional”.

Al decorar con el caramelo, y para que quede bien, hay que desmoldar sin quitar la base (quitamos sólo el aro), y sujetando la tarta con la mano izquierda, echar el caramelo con la derecha, encima del fregadero, de forma que podamos hacer movimientos amplios de lado a lado. O bien colocamos en una rejilla y así conservamos las dos manos libres. Si lo hacemos sobre el plato de servir, el caramelo que cae fuera de la tarta se resbala muy poco estéticamente hacia el borde de ésta. Más fácil aún si utilizamos un biberón, pues el hilo de caramelo será aún más estético.