Esta es una gran receta extraída del que es ahora mismo mi libro de cocina favorito, Tapas Revolution. Sí, ya sé que estoy muy pesadita, pero no puedo dejar de maravillarme ante los recetones que recoge Omar Allibhoy. Creo que voy a tener que dejar de publicar sus recetas, porque si voy por este camino, voy a ir sacando todas en el blog, y no es plan.
En esta ocasión, el chef nos trae una receta facilísima (sin exagerar, nivel principiante) con un resultado genial, que ha cosechado grandes alabanzas nuevamente en la última comida de amigos. Es como una quesada, jugosa, y refrescante si se sirve fría, con un buen punto de dulzor (los que no sean muy dulceros, que rebajen sólo 25 g de azúcar).
Ni que decir tiene, que podéis obviar las moras, o bien sustituirlas por fresas, frambuesas, cerezas… Igualmente, podéis usar cualquier queso fresco que os guste, incluyendo queso tipo Philadelphia, aunque yo no lo haría solo con ese queso, pues quedaría una tarta demasiado densa.
Pues eso, os dejo este dulce regalo para comenzar la semana. Le he incluido una salsa rápida de frambuesa, que le va de maravilla. Ya me contaréis…
Ingredientes
- 150 g de requesón
- 150 g de quark
- 3 huevos L
- 200 ml de nata para cocinar (17% M.G.)
- 200 g de azúcar
- 100 g de moras
- Azúcar glas (opcional)
Salsa
- 1/3 de bote de mermelada de frambuesa Hero
- 1 taza de agua
- ½ taza de azúcar
Elaboración
Precalienta el horno a 180ºC.
Engrasa un molde con mantequilla. Puedes usar un molde desmontable de entre 20 y 25 cm de diámetro, o bien un molde de loza para servir la tarta en el mismo.
Pon en un bol grande el requesón, el quark, los huevos, la nata y el azúcar, y mezcla con la minipimer o con una batidora de varillas lo justo para mezclar todo. Más o menos medio minuto.
Vierte la mezcla en el molde y esparce las moras por encima.
Si eres muy golos@, puedes espolvorear un poco de azúcar por encima, antes de hornear, de modo que se caramelice.
Mete en el horno durante 45 minutos, o hasta que al introducir un cuchillo o pincho en el centro salga limpio.
Saca del horno y deja enfriar antes de desmoldar. Si lo deseas, espolvorea con azúcar glas antes de servir.
La salsa
Mientras cuece la tarta, prepara la salsa: pon en un cazo el agua y el azúcar, y deja hervir unos minutos hasta que haya espesado ligeramente.
Añade la mermelada y deja cocer un minuto más.
Pasa todo por un colador para quedarte sólo con el jarabe. Si necesitas que sea más denso, pon a reducir sólo el jarabe de frambuesa, hasta que coja la consistencia deseada.
Deja enfriar y sírvelo con la tarta.
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