TARTA DE QUESO DEL RESTAURANTE LA VIÑA

  • 1kg de queso crema tipo Philadelphia a temperatura ambiente
  • 7huevos M o 5 L a temperatura ambiente
  • 320 g de azúcar
  • 30 g de harina de trigo o maicena
  • 500 ml de nata 35% a temperatura ambiente

Elaboración

Precalentar el horno a 215ºC con calor arriba y abajo

Forrar un molde de 22 cm con papel de horno. Truco: moja el papel por la parte que vas a poner contra el molde. De esta forma se adherirá mejor y te costará menos trabajo ponerlo. El papel de las paredes debe sobresalir algo (lo ideal es darle una altura de 7 cm), porque la masa sube por encima del nivel del molde.

En un bol, batimos y mezclamos los huevos y el azúcar con una batidora de varillas hasta que la mezcla se vuelva cremosa.

A continuación añadimos el queso, la nata, y batimos nuevamente.

Por último la harina.

Vertemos en el molde y horneamos a 180ºC durante 75 minutos, en la parte baja del horno, y luego 10 minutos a 220º con ventilador.

Esta es la única parte complicada, porque cada horno es un mundo, y puede que el tuyo caliente más y necesite menos tiempo. Lo importante es que no se haga demasiado, así que la primera vez pínchalo con una aguja en el centro, y si sale limpia, estará listo.

El centro, si mueves el molde, tiene que moverse como si fuera un flan. Y si te gustan las tartas de queso que se derriten por el centro cuando las sirves, lógicamente tendrás que darle menos tiempo de horneado.

Cuando decidas que ya está lista, apaga el horno, entreabre la puerta, y deja la tarta ahí hasta que se enfríe por completo. NO LA SAQUES DEL HORNO! O se te agrietará totalmente.

Después, métela en la nevera para que se asienten todos los sabores, y sírvela al día siguiente, tras sacarla una hora antes para que se atempere.

A mí me gusta servirla con una salsa de frutos rojos, que hago simplemente mezclando mermelada de frambuesa con agua, dejando que hierva, y colando después para eliminar todas las pepitas de fruta.

TIPS:

Si a los 40 minutos ves que se está dorando demasiado, cúbrela con un papel de aluminio.

Es recomendable no desmoldar hasta la hora de servir, para que aguante perfectamente la forma.

Puedes hacer la tarta para la mitad de ingredientes. En ese caso, el tiempo de horneado sería de 50 minutos a 180ºC, más 10 minutos a 220ºC con ventilador

Cous cous de Loubna

Ingredientes

  • 750g de carne, mejor ossobuco
  • 1 cebolla grande
  • 1 vaso grande de garbanzos remojados
  • 2 huesos de ternera
  • 1/2 kg de cous cous
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
  • 1/2 de jengibre en polvo
  • 1/2 de cúrcuma
  • 1/4 de curry
  • 1 puntita de canela molida
  • 4 semillas de cardamomo
  • 7 zanahorias medianas
  • 2 calabacines grandes
  • 1 trozo grande de calabaza con la piel
  • 2 tomates maduros medianos
  • 1/2 col
  • 1 manojo mediano de perejil
  • Aceite, sal y agua

Elaboración

Se trocea la carne y se sofríe en una olla a presión con un chorro de aceite.

Cuando está sofrita, añadimos la cebolla picada, los huesos, y dejamos sofreír.

Añadimos los garbanzos, las especias, y cubrimos la carne con agua. Añadimos sal. Tapamos la olla y dejamos cocer 5 minutos a potencia 5.

Pelamos las zanahorias, dejándolas enteras. Los calabacines grandes, sin pelar, se cortan en tres trozos, y cada trozo se corta a la mitad. Se trocea la calabaza, y se ralla un tomate. Al otro se le hace una cruz en la base, dejándolo entero.

Se corta en trozos la media col, y atamos el perejil con un cordel de cocina.

Ponemos en la cuscusera el guiso que tenemos en la olla a presión, y vamos poniendo las verduras. Primero la col, luego las zanahorias, después el calabacín, la calabaza, los tomates, y el manojo de perejil.

Se cubre todo con agua y espolvoreamos por encima un poco de cada especia menos la cúrcuma, y dejamos cocer.

Antes de empezar el guiso ponemos el cuscús en un bol y lo cubrimos de agua. Le damos unas vueltas y escurrimos, y lo dejamos en el bol removiéndolo con las dos manos para que se suelten los granos. Esto lo haremos 3 o 4 veces, mientras se hace la carne con los garbanzos.

Cuando están todas las verduras en la cuscusera y empiezan a hervir, ponemos encima la vaporera con el cuscús sin tapar, y cuando veamos que sale el vapor por encima de los granos, lo echamos otra vez en el bol y le añadimos ½ vasito de agua con sal, y removemos para soltar los granos.

Dejamos reposar, y al rato le añadimos una cucharada y un poquito más de buen aceite, y removemos para soltar bien los granos.

Cuando falten 10 minutos aproximadamente para terminar el guiso, ponemos el cuscús en la vaporera, y lo colocamos encima de la olla sin tapar.

Pasado el tiempo lo quitamos y subimos el fuego para que el aceite que está encima se mezcle bien con todos los ingredientes.

Pollo Korma en crockpot

  • 8 contramuslos de pollo sin piel ni huesos, cortados en 4
  • 3 dientes de ajo
  • Un trocito de jengibre fresco 
  • 1 cebolla dulce grande 
  • 30ml de tomate concentrado
  • 1 cucharadita de comino molido 
  • 1 cucharadita de pimentón dulce 
  • 1 cucharadita de cilantro molido 
  • 1 cucharadita de cúrcuma molida 
  • Guindilla molida al gusto
  • 5 cucharaditas de azúcar moreno (opcional)
  • 250 ml de caldo de pollo o verduras o agua (o un poco más)
  • 1 lata de leche de coco 
  • 35 g de almendra molida
  • Almendra laminada tostada
  • Cilantro fresco 
  • Sal
  • Pimienta negra molida
  • Aceite de oliva virgen extra

Elaboración

Conectar la olla y programar seis horas en temperatura baja, para que vaya cogiendo calor. 

Secar el pollo con papel de cocina.  Dejar que se atempere un poco.

Picar la cebolla, los ajos y el jengibre pelado, o mejor usar directamente una picadora o robot. Añadir un poco de agua y triturar o mezclar todo con mortero hasta tener una pasta espesa.

Calentar un poco de aceite en una sartén amplia, salpimentar y marcar el pollo a fuego fuerte, hasta que esté bien dorado por todas las caras. Retirar. Echar en la misma sartén la pasta de cebolla y sofreír unos 10 minutos. Añadir las especias, el tomate, un poco de sal y el azúcar, y remover.

Reincorporar el pollo, mezclar bien y añadir casi todo el caldo. Dejar que entre en ebullición y echar todo en la olla de la Crock-Pot, con todos los jugos de la sartén. Comprobar si hiciera falta añadir más caldo o agua (no debe estar totalmente cubierto). Cerrar y mantener la programación marcada.

Mientras cuece el pollo, reducir a la mitad la leche de coco.

Comprobar el punto pasadas 5 horas, removiendo un poco. Añadir la leche de coco y la almendra, y dejar cocer unos 20 más sin la tapa, si se desea que espese más.

Servir con almendras tostadas y perejil o cilantro picado.

Cerrado por reformas

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Pues sí, pero sólo momentáneamente!!!!!!

La verdad es que llevaba muchísimo tiempo pensando en darle una vuelta al blog. No sé, cambiar la estética, la distribución de contenidos, e incluso los propios contenidos. Me apetecía tener otra cosa más dinámica, más bonita, con la que me sintiera más identificada…

Y es que, casi desde el principio, ando aburrida con mi plantilla, y lo que pasa cuando deja de gustarte un novio, que al final, si no cortas con él a tiempo, le coges una manía que no veas. Y un poquito es eso lo que me pasa. Tengo que cortar con mi blog y sustituirlo por otro nuevo, más listo, más guapo, más alto, y más divertido.

Así que estoy en ello, dándole vueltas a cómo quiero que sea, de verdad, mi blog. ¡Y cuesta mucho decidirse! Además, tengo que hacer una migración, y me da una pereza sobrehumana enfrentarme a ello, por lo que he tomado la determinación de cortar por lo sano y empezar a meterle mano al tema sí o sí. Porque si sigo publicando, no haré el cambio nunca.

¡Uf, ya lo he dicho! CIERRO EL BLOG, temporalmente, sí, pero lo cierro. Casi os confieso que me quito un peso de encima. Últimamente, además, he andado más liada todavía con el trabajo, y mantener el blog se me empezó a hacer cada vez más difícil y cuesta arriba. ¿Cómo voy a mantener un blog de cocina si últimamente sólo hago cocina de supervivencia? Como no publique un tutorial sobre las 5 mejores formas de abrir una lata de caballa…

Como véis, es un poco patético, y creo que si cierro, será la mejor forma de darme prisa y empezar a tomar decisiones. Tampoco os penséis que va a ser nada del otro mundo, no aspiro a tener el cojo-blog de cocina, pero será MI BLOG. Uno que me guste de verdad. Como los novios. No será el más guapo, pero será el que yo quiero.

Y no sé cuánto tiempo estaré missing (aquí, porque en Facebook pienso seguir presente), pero no os imagináis cuánto me gustaría volver a veros a todos cuando abra de nuevo, con nuevo look. Nerviosa por saber si os gusta o no, pero con las ganas y la ilusión recuperadas.

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Os mando un abrazo fuerte, enorme, a todos, y espero veros de nuevo muy, muy pronto.

Bye!

Concurso Demos la Vuelta al Día

Demos la vuelta al DíaEl auge de concursos de cocina no se plasma sólo en el ámbito televisivo. El creciente interés por la ciencia culinaria hace que surjan iniciativas, más o menos dignas de mención, en todo el país, que promueven la cultura gastronómica y la formación de jóvenes chefs. Y entre estas iniciativas, destaca el concurso Demos la Vuelta al Día.

Un concurso para cocineros y aspirantes a cocineros a nivel nacional, que da la oportunidad a los afortunados finalistas de formarse durante un buen número de jornadas con lo mejorcito del panorama gastronómico nacional. Nombres muy grandes, que con toda seguridad les harán ver la cocina con otros ojos, y ampliarán enormemente su visión de la cocina y sus técnicas.

El año pasado pude ver la trepidante final de este concurso, que se celebró en Madrid, y este año vuelven con la segunda convocatoria, a la que aún os podéis apuntar si es que estáis interesados, ya que la fecha límite es hasta el 6 de febrero.

Aquellos que queráis participar en el II Campeonato nacional de DEMOS LA VUELTA AL DÍA, podéis poneros en contacto cuanto antes con la organización a través de la web www.demoslavueltaaldia.com o el email campeonato@demoslavueltaaldia.com, y recibir los ingredientes que os hagan falta para elaborar vuestra vídeo receta. De todo lo que se utilice, un 90% deberá ser de la marca DIA.

Veinticuatro participantes serán los seleccionados por su originalidad, técnica, presentación y carisma, requisitos fundamentales para convertirse en el aspirante a ganador de la Gran Final. Los finalistas lucharán por el premio elaborando una nueva receta con ingredientes y productos que el equipo de DEMOS LA VUELTA AL DÍA pondrá a su entera disposición. Deberán desarrollarla, emplatarla y presentarla ante un jurado compuesto por expertos en gastronomía, en una final con público y muchísimo ambiente, además de nervios, emoción… No es la tele, pero os aseguro que se le parece.


¿Y cuáles son los premios?

Formación. Los doce ganadores disfrutarán de una beca de cinco meses de formación con Master Classes impartidas por algunos del los mejores chefs, periodistas, fotógrafos y comunicadores de nuestro país, en una escuela de cocina de la capital.

Premio económico. Durante este tiempo se realizarán dos pruebas de eliminación, quedando un total de diez becados que podrán optar al Gran Premio: 3.000 euros en metálico.

Prácticas. El ganador, además del premio en metálico, disfrutará de un mes de prácticas en un prestigoso restaurante. Y por prestigioso quiero decir un sitio por el que muchos de nosotros nos daríamos tortas por pasar un solo día entre sus fogones.

Prestigio. Además, el ganador tendrá su propio espacio personalizado en la web oficial de DEMOS LA VUELTA AL DÍA y una plaza en el jurado del siguiente Campeonato.


¿Cómo participar?

1. Graba tu vídeo receta en 3 minutos y adjúntala en la ficha de inscripción que aparece en la web oficial, o envíala a campeonato@demoslavueltaaldia.com hasta el 6 de febrero.

2. El 28 de febrero, impresiona al jurado de Demos la Vuelta al Día en la Gran Final con tu nueva receta. Tendrás una hora. Recuerda que se valorarán aspectos como la sencillez, los productos utilizados, el proceso de elaboración, la presentación, el sabor, el aroma, la textura, la conjunción de elementos, el punto de cocción y la originalidad.

3. El 7 de marzo comienza tu beca de aprendizaje con Master Class en gastronomía y comunicación de la mano de auténticos maestros del sector.

4. El 21 de junio se hará público el merecedor del premio en metálico y de un stage de un mes en un prestigioso restaurante de nuestro país.


Pues ya sabéis. La ocasión la pintan calva. Y aquí no hay que tener un perfil determinado para dar juego en la tele. Basta tener muchas ganas, cocinar con pasión, y lanzarse al reto!

Dónde comprar props en Madrid

Dónde comprar props en MadridLos props. Esos pequeños objetos de deseo que los bloggers gastronómicos atesoran compulsivamente, bien para hacer unas bonitas composiciones fotográficas que luego subirán a sus blogs, bien para servir sus mesas con altas dosis de imaginación.

Lo cierto es que muchos de nosotros no nos podemos resistir cuando vemos un tarro precioso con aspecto antiguo, o unas cucharitas divertidas llenas de lunares, o esas pajitas de estilo retro que tan bien irían en la mini botella de La Casera que nos regalaron en nuestro pasado cumpleaños. Bueno, ¿y qué? Unos coleccionan discos, y otros coleccionamos pequeños cacharros retro, vintage, cuqui e industriales.

Es el atrezzo del bloguero. Y el martirio de su cónyuge, que cada vez que abre los armarios de cocina grita de pavor. Pero qué le vamos a hacer, somos como somos. Y que no se quejen, que están mejor alimentados que un rey.

Esta es una pequeña selección de mis tiendas de props favoritas. Hay muchas más (algunas, como Zara Home, son obvias), pero éstas son las que tienen una excelente relación calidad precio, y en las que podréis comprar muchas cosas por muy poco dinero. Os dejo con ellas.

Dónde encontrar props en Madrid: HemaHema. Fuencarral 140. Madrid. http://es.hemashop.com/es
Esta cadena holandesa se centra en objetos cotidianos y en cachivaches atractivos. Hay de todo: menaje, cosas de repostería, juguetes, maquillaje, artículos para el hogar, cosas de papelería, ropa de niño… Y todo con un diseño súper atractivo y unos precios sin competencia.


Dónde comprar props en Madrid: Sostrene GreneSostrene Grene. Centro Comercial La Gavia, Madrid
Hace pocos meses que esta firma danesa ha aterrizado en España, y me da que pronto se va a hacer un magnífico hueco, pues combina magistralmente la rusticidad del diseño nórdico y unos precios súper contenidos. Es una tienda perfecta a la hora de hacerse con un capricho para la casa o para la cocina, y en ella podréis encontrar todo tipo de bandejas y recipientes en zinc, tan de moda ahora, divertidas tazas, tarros preciosos, bonitos marcos de fotos, velas….¡Me encanta!
También hay tiendas en:
Centro Comercial Gran Plaza 2, Majadahonda (muy pequeña comparada con la anterior)
Centro Comercial Loranca, Fuenlabrada (no la conozco aún)
Calle Nueva, Málaga
https://www.facebook.com/sostrenegreneES


Dónde comprar props en Madrid: TigerTiger
Otra cadena danesa, directa competidora de la anterior. En el caso de Tiger, aunque siempre encuentro cosas divertidas, coloridas y muy baratas, no es el paraíso para los props. Sostrene Grene tiene muchas más cosas chulas para un blogger gastronómico, pero hay que reconocer que Tiger mola mucho.
Encuentra tu tienda aquí http://www.tiger-stores.es/encuentranos.html


Dónde comprar props en Madrid: ZakkaZakka. Fuencarral 90, Madrid. https://es-la.facebook.com/zakkastyle
Este sitio me gusta, pero se me queda corto. A ver, tiene cositas chulas, y van cambiando con frecuencia el contenido, así que cada vez que vas no sabes qué te vas a encontrar. Tienen menaje, sellos de madera, pequeños juguetes, chapas, agendas, papelería… e incluso comida japonesa. Está bien si te pilla de camino, pero le faltan metros cuadrados para convertirse en un destino por sí mismo.


Dónde comprar props en Madrid: Muy MuchoMuy mucho (por muy poco) http://muymucho.es/
Este es otro de los grandes. Me encanta el ambiente que puedes encontrar en estas tiendas, llenas de objetos apetecibles que pueden realzar tu mesa, tus fotos, tu vida… Un sitio maravilloso para encontrar un regalito para un foodie, pero sobre todo para hacerse un regalo a uno mismo. Van muy en el rollito de cosas de madera decapada, estilo rústico chic, y toda esta decoración hogareña y sencilla que tanto se ha puesto de moda. Precios muy buenos, y una gran variedad de oferta: vajilla y cristalería, menaje, baño, cajas de regalo, mueble auxiliar, jarrones, etc.
Centro Comercial Xanadú, Arroyomolinos
Centro Comercial Equinoccio, Polígono el Carralero, Majadahonda
Centro Comercial Plenilunio, Madrid
Centro Comercial Parquesur, Leganés
Gran Vía, Madrid
También tienen tiendas en Valencia, Sevilla, y están muy implantados en toda Cataluña.


Dónde comprar props en Madrid: Studio di VeronaStudio di Verona. Pelayo 44, Madrid.
https://es-es.facebook.com/pages/Studio-Di-Verona/104612576387730
Chiquita, pero muy, muy matona. Esta tienda es una gema escondida. Plagada de objetos maravillosos y llenos de estilo para decorar tu hogar, tu cocina, y tus fotografías gastronómicas. Diría que de todas las que aparecen en esta lista, es la tienda que más me gusta. Porque en ella encuentras cosas bonitas, a precios excelentes, y con una calidad y un peso que ya te están diciendo que no son made-in-china-barata. Puede que haya cosas hechas en China, no digo que no, pero en este establecimiento se respira estilo a raudales, y las cosas que aquí se encuentran son normalmente de más calidad que las de las tiendas anteriores. Imposible irse de aquí sin llevarse algo, o sin una pena enorme por no llevárselo.


Dónde comprar props en Madrid: Pippa's StorePippa’s Store. Plaza de las Salesas, 8. http://pippasstore.com/
Es la tienda de más buen rollito que conozco. Situada en la plaza de las Salesas de Madrid, en ella puedes encontrar todo tipo de cosas para montarte unas fiestas de lo más cuquis (es que está llena de cosas cuquis). Y tiene uuuuun montón de cosas de esas que les encantan a los bloggers, para hacer unas fotos estilosas y originales: cestas de botellitas, minipizarritas molonas, botes decorados, pajitas maravillosas, cajas de cupcakes, lazos, tarjetas…. Uffff, un paraíso del que no podrás salir sin haberle echado el guante a uno de los cientos de caprichos que aquí se pueden encontrar.


Dónde comprar props en Madrid: Popurrí de fuaPopurri de fua. Travesía de Belén, 2. Madrid
Es otro de esos sitios especiales en calles escondidas que aparecen como un tesorillo que una se guarda en un sitio bien seguro, al que volver de vez en cuando para descubrir chachivaches maravillosos que ir atesorando en nuestros ya atestados armarios. Me lo enseñó Cósima, y menudo regalo que me hizo con ello. Cacharrería antigua, pinturas Annie Sloan, palanganas, menaje en cobre y latón, cajas antiguas, cubiertos rimbombantes envejecidos, porcelanas… Para quedarse una hora allí de pie, mirando lentamente en un giro interminable de 360 grados. Porque si vuelves a mirar, encuentras cosas que no habías visto un minuto atrás. Vintage a tope. Los precios, eso sí, más altos que en las anteriores.

¿Y vosotros qué? ¿No soltáis prenda? Seguro que tenéis vuestros sitios favoritos. Hala, no seáis como Gollum con su tesoro, y compartid, compartid, que estoy deseando conocer nuevos sitios chulos en los que aflojar el billetero. Besos…

Tarta de queso y frambuesas

Tarta de queso y frambuesas

Lo sé. Este no es el mejor momento. Sé que algunos, y sobre todo algunas, me vais a odiar. Y lo entiendo. Yo misma también ando liada con la dieta para perder los tres kilos que he agarrado estas fiestas, y que no se van ni con agua caliente. Y encima, después de tanto tiempo sin publicar nada, ahora salgo con éstas.

Pero es que las tartas de queso están taaaaaaaaaaaaaaaaaan buenas!!!! Y cuando te tiras toda la semana a base de ensaladas y cosas a la plancha, el fin de semana, o te das un gustillo, o te pegas un tiro.

Y esta tarta está riquísima. Me encanta el sabor de la galleta de la base, que tengo que hacer bien gruesa a petición insistente de Mr Foodmusic, y la cremosidad y untuosidad del queso. Particularmente, no me gustan las cosas demasiado dulces, y esta tarta es un ejemplo del punto que me encanta conseguir, ligeramente dulce pero sin llegar a ser empalagoso.

Lo importante es asegurarte de que no te pasas de cocción. Debes parar cuando al mover el molde se nota un ligero temblor en el centro del relleno. Si apagas el horno cuando has llegado a ese punto, y dejas que la tarta se enfríe en el horno entreabierto, te quedará deliciosamente jugosa y ligera. ¿Quieres intentarlo?

Tarta de queso y frambuesas

Tarta de queso y frambuesas

Ingredientes

Para la base de galleta

  • 200 g de galletas Digestive
  • 100 g de mantequilla sin sal fundida

Para el pastel de queso

  • 1 tarrina de 250 g de queso crema tipo Philadelphia
  • 1 tarrina de quark
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 120 g de azúcar
  • 3 huevos L
  • 100 g de frambuesas, más extra para decorar

Elaboración

Coge un molde desmontable de 20 cm y cúbrelo con papel de horno, engrasando ligeramente las paredes.

Pon las galletas en un robot de cocina y tritúralas hasta que formen migas pequeñas. Échalas en un bol y añade la mantequilla fundida. Mezcla bien hasta que esté todo homogéneo, y cubre la base del molde, presionando ligeramente para igualar la superficie, y mete en el frigorífico al menos media hora.

Mientras, precalienta el horno a 160ºC, y prepara el relleno de queso.

Mezcla el queso crema, el quark, la esencia de vainilla y el azúcar hasta que esté todo bien integrado en una crema suave y homogénea. Añade entonces los huevos, uno cada vez, batiendo hasta que estén bien incorporados, rebañando las paredes del bol para mezclar todo bien. Cuando la mezcla esté lista, añade las frambuesas, da un par de vueltas con la espátula para que se distribuyan bien, y echa todo el relleno de queso en el molde.

Mete en la base del horno un molde con agua hirviendo, cuyo vapor servirá para ayudar a que no se agriete el pastel.

Coloca el molde en una bandeja a media altura, sin usar ventilador, y hornea entre 80 y 100 minutos, o hasta que veas que al presionar la parte superior ésta ya ha adquirido firmeza, y únicamente el centro está un poco “tembloroso”.

Deja el pastel en su molde, apaga el horno, abre ligeramente la puerta, y deja que el pastel enfríe por completo dentro del horno. Una vez que esté a temperatura ambiente, mételo en la nevera unas horas, o mejor hasta el día siguiente.

Desmóldalo en el momento de servir, y decóralo esparciendo por encima el resto de frambuesas. Puedes acompañar, si lo deseas, de un coulis de frambuesas.

Risotto de boletus

Risotto de boletusDías de vértigo. Pasan las horas y ni me entero, creyendo que apenas se han movido unos minutos. Los ojos pegados a la pantalla del ordenador, durante horas, horas, y horas. Empiezo a notarme cansada de verdad, necesito encontrar algún hueco para correr, o moverme de algún modo antes de quedarme soldada al sillón de oficina, pero no hay tiempo. Hay cosas buenas en marcha que tenemos que hacer bien para que echen raíces y crezcan fuertes, y cada segundo dedicado a ellas es tan valioso, que no piensas en nada más. Ni siquiera los fines de semana.

Pero de cuando en cuando hay que parar un momento, respirar hondo, y mimarse un poco. Aunque sólo sea un poco. Y en casa, eso lo hacemos con la comida. Como muchos de vosotros. Así que en medio de esta vorágine, el risotto es como un bálsamo no sólo para el estómago, sino también para el alma.

Es uno de esos maravillosos ejemplos de slow food. Algo hecho con mimo y atención, pero tan sencillo que está al alcance de todos. La simplicidad de sus ingredientes no suponen, al contrario, una simplicidad de sabores. Ahí están los aromas del caldo, la mantequilla, el parmesano… y ¡ooohhh! el boletus. Si llevara trufa ya sería un sueño.

Ingredientes

  • 400 g de arroz
  • 100 g de cebolla
  • 150 ml de vino banco
  • 300 g de boletus
  • 70 g de mantequilla
  • 1,5 l de caldo de pollo
  • 90 g de parmesano
  • Un poco de perejil para espolvorear

Elaboración

Poner a calentar el vino y el caldo en cazos separados.

Cortar la cebolla muy fina, y pocharla con la mantequilla hasta que esté transparente, sin dejar que se dore.

Limpiar los boletus y cortarlos en láminas. Añadirlos a la cebolla y saltear ligeramente.

Añadir el arroz, removiendo un poco (no más de dos minutos).

Añadir el vino hirviendo, y dejar evaporar un poco el alcohol.

Ir añadiendo el caldo poco a poco, también hirviendo para no cortar la cocción. Un cacillo cada vez, hasta que el arroz absorba el líquido y pida más. En total llevará unos 18 minutos de cocción, en los que tendremos que estar pendientes del arroz e ir removiendo con cariño a medida que lo vamos hidratando.

Cuando esté listo, añadir el parmesano y una nuez de mantequilla, remover y servir, espolvoreando por encima un poco de perejil muy finamente picado.

Risotto de boletus

Pollo con uvas, vino tinto y castañas

Pollo con uvas, vino tinto y castañas

Tengo la sensación de que hace siglos que no escribo en el blog, y la realidad es que mi último post es de la semana pasada. Pero para mí, estos diez días han sido casi como un mes. Y hasta me siento un poquito culpable por espaciar tanto mis publicaciones, y sobre todo por aquellas que pienso que debería haber publicado ya, y que de tanto retrasarlas, porque al querer escribirlas bien requieren un tiempo que nunca encuentro, casi dejan de tener sentido.

Pero de momento esto es lo que hay. Y cuando estoy hasta arriba de trabajo y de follones, no puedo pensar en cocinar puturrús gastronómicos. Yo no sé vosotros, pero cuando estoy estresada me voy directa a los platazos tradicionales. Como éste de hoy. Pedazo de guiso que se marca de nuevo Omar Allibhoy, y es que adoro a este hombre. Plato que hago de él, plato que bordo. A eso lo llamo yo recetas bien explicadas.

Y ésta, en concreto, se la quiero dedicar a Lore. Una simpatiquísima foodie a la que conocí en un curso de sushi en Kitchen Community y que me alegró el día que no veas, con lo down que estaba yo. Así que, Loreto, va por ti:

Ingredientes:

  • 4 cuartos traseros de pollo, cortados en trozos grandes
  • 20 castañas frescas
  • 100 ml de aceite de oliva
  • 5 dientes de ajo finamente picados
  • ½ cebolla finamente picada
  • 1 tallo de apio finamente picado
  • 8 hojas de salvia (opcional)
  • 250 ml de vino tinto
  • Un chorreón de coñac
  • 200 ml de agua
  • 40 uvas
  • Sal y pimienta negra recién molida

Elaboración:

Pon a hervir agua en una olla grande. Corta las castañas por la mitad y échalas en el agua hirviendo, dejándolas cocer 10 minutos. Escúrrelas y deja enfriar un poco. Pélalas antes de que se enfríen del todo.

Salpimenta el pollo. Pon a calentar el aceite en una olla grande de base gruesa, y fríe el pollo hasta que esté dorado por todos los lados. Añade el ajo y las castañas peladas, y tras un minuto, la cebolla y el apio picados. Cocina revolviendo 10 minutos, hasta que la cebolla y el apio se hayan ablandado y dorado.

Añade las hojas de salvia, si las tienes, el coñac y el vino tinto, y flambea prendiendo fuego con una cerilla larga. Reduce los líquidos hasta que prácticamente se hayan consumido, y entonces añade el agua. Prueba, rectifica de sazón y añade las uvas. Baja el fuego y deja cocer a fuego lento 20 minutos.

Et voilá, un platazo sencillo de elaborar y de lo más resultón y reconfortante. Otro más para la colección de guisos, que creo que este invierno va a crecer pero que bien. Que os aproveche…

Pollo en pepitoria

Pollo en pepitoria

Uno de los platos que más añora mi marido de entre los que hacía su madre es el pollo en pepitoria. Al parecer, Ceci hacía un pollo en pepitoria antológico, tanto es así que ha quedado grabado en el recuerdo de sus tres hijos, que hablan de él con absoluta veneración. La pena es que ninguno de ellos fue lo suficientemente previsor como para apuntar las recetas de Ceci antes de que ésta nos dejara, así que aquél pollo en pepitoria se ha quedado en eso, en un maravilloso recuerdo en el tiempo.

Pero de todas formas, estoy segura de que, aunque tuviera la receta, si la cocinara nunca les sabría igual. Porque los sabores de la infancia son prácticamente imposibles de reproducir, por mucho que una se empeñe. Así que, a lo hecho pecho, y ya que no tenemos la receta de Ceci, he intentado hacer un pollo en pepitoria lo más sabroso posible. Y de nuevo he recurrido a mi admirado Omar Allibhoy, que se marca unas recetas de cocina tradicional para chuparse los dedos. Y como siempre, Omar no decepciona.

Esta receta es sencilla, sabrosa, y te transporta a un lugar donde las madres y abuelas cocinaban platos llenos de aroma, hechos a fuego lento, con mucho cariño, y que reunían a todos los miembros de la familia en torno a la mesa. Fácil de preparar, tan fácil que sale aunque uno sea novato. Y ver la sonrisa en la cara de Mr Foodmusic diciendo que no era como el de Ceci, pero se quedaba muy cerca, no tiene precio.

Ingredientes (4 personas)

  • 10 contramuslos de pollo con piel, y troceados
  • 1 cucharada de almendras enteras sin piel
  • Aceite de oliva para freír
  • 2 rebanadas de pan
  • Una ramita de perejil fresco
  • 2 huevos
  • 2 dientes de ajo finamente picados
  • 1 cebolla pequeña finamente picada
  • 1 hoja de laurel
  • Una ramita de tomillo
  • 1 tomate picado
  • 1 cucharadita de comino molido
  • Una pizca de hebras de azafrán
  • Una pizca de nuez moscada recién rallada
  • 175 ml de coñac
  • 200 ml de agua
  • Sal y pimienta negra molida

Elaboración

Calienta agua en un cazo hasta que hierva, y cuece los huevos cinco minutos. Pásalos después por agua fría, pélalos y pártelos en cuartos.

Tuesta las almendras en una sartén pequeña a fuego medio, removiendo para que se hagan por ambas caras. Retira cuando estén doradas.

En la misma sartén, añade un poco de aceite de oliva y fríe las rebanadas de pan hasta que se doren. Escúrrelas en papel de cocina, trocéalas y reserva.

Fríe el perejil (añade más aceite si es necesario) y reserva.

En una cazuela, añade cuatro cucharadas de aceite de oliva y dora bien los trozos de pollo por todos los lados. Reserva.

Pollo en pepitoriaAñade un poco más de aceite a la cazuela y echa el ajo, la cebolla, el laurel y el tomillo. Fríe unos cinco minutos, hasta que la cebolla comience a caramelizarse, y luego agrega el tomate, el comino, el azafrán, la nuez moscada, la sal y la pimienta.

Vierte el coñac y deja que la salsa se reduzca un poco antes de añadir el agua. Cuando la salsa vuelva a hervir, incorporar los trozos de pollo de nuevo, junto con las almendras, el pan frito, los huevos y el perejil frito. Deja cocer a fuego lento unos 15 minutos o hasta que el pollo esté hecho.